¿Adónde se fueron tus días?
Esperábamos la llegada de un 22 en el calendario,
(cuando esos números tenían sentido)
y parecía tan fácil….
Pero para la tarde, ya era septiembre, carajo.
¿Adónde se fueron tus días?
Mi hijo creció sin que me diera cuenta.
Mi hija aprendió a dividir quebrados.
Una nueva mascota duerme en la sala.
Y todo a mis espaldas.
Carajo.
Te digo.
Aún no alcanza el sol su cenit,
aún pienso qué libro abrir,
aún humea algo en la estufa,
y ese libro ya está leído
y esa cena ya está terminada
y ese tiempo parece agotado
como una fotografía arrugada...
(La historia completa aquí.)
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