PROXIMAMENTE…
Sí. Próximamente el corazón del mundo será sustituido por un silencioso -aunque muy sediento- motor repleto de válvulas, engranes y memoria de alta velocidad.
Ese libro que ven ustedes es producto de una frase (prompt, que le llaman) que me tomó 10 segundos idear y plasmar. El resultado de dicha petición estuvo listo más o menos en el mismo tiempo. Diez páginas con todo e ilustraciones.
Es cierto que la historia está Mñe.
Y también es cierto que las ilustraciones carecen de personalidad.
Pero el libro estuvo listo en 20 segundos aprox, desde su concepción hasta su realización final (aunque sin guardas ni página legal (ni ISBN ya que estamos)).
20 segundos. Aprox.
En un par de horas perfectamente se puede crear una colección completa de más de cien cuentos que ni los hermanos Grim en toda su vida.
En un par de días… (ponga aquí un emoji que venga al caso).
Y lo mejor es que sin empacho el robot cede el crédito. “De Toño Malpica”. Yo no puse nada. Apenas una frase (prompt, que le dicen) dando una indicación. La historia y las ilustraciones las gestó el robot. Pero generosamente me regala la autoría. (“No problem”, me parece escucharlo. “Hay millones de donde salió ese. ¡Quédatelo, viejo!”).
Un cuento, digamos, pasable. Esquemático, previsible, insípido. Pero pasable.
Quizás en unos años el robot (que no tiene niños que llevar a la escuela ni dolor de rodillas ni amores imposibles que le quiten el sueño) aprenda lo que haya que aprenderse.
Y pueda generar un cuento, digamos… (complete aquí con el adjetivo que más le haga recelar del prístino e intachable futuro).
Tocará a nosotros (los que escuchamos música y leemos y soportamos el calor recurriendo a dañinos refrescos repletos de cafeína y azúcares y no a refrigeración líquida directa al chip) darnos cuenta de aquello que le haga falta. (Justamente por no tener dolor de rodillas y demás etcéteras). Y apreciar la diferencia.
A’i les encargo.